lunes, 26 de enero de 2009

26 de enero de 1939. Cómo recibió Barcelona a Franco

Se cumplen setenta años de la toma de Barcelona por las tropas franquistas. El 26 de enero de 1939. La entrada franquista en Barcelona había sido, ante la sorpresa de todos, un paseo militar.

Alocución radiofónica a los barceloneses del general Juan Bautista Sánchez, a las 19 horas del jueves 26 de enero de 1939:
He asistido a la conquista de las cuatro provincias del Norte; he paseado la bandera nacional y el escudo de Navarra por Aragón, por Castellón, por todas partes, y en ningún sitio, os digo, en ningún sitio nos han recibido con el entusiasmo y la cordialidad que en Barcelona.

González Ledesma, recordando para El País, 26.01.09. Entonces tenía 11 años:
En la plaza de Cataluña había mucha gente con el brazo alzado. Pero en el Paralelo la gente guardaba silencio y lloraba. Sabíamos que habíamos perdido la guerra y que estaba perdida para siempre.
El periodista Herbert Matthews enviado del Times dejó escrito:
«Por amor a la República y a la democracia se debió combatir por Barcelona. (…) Había razones suficientes para la caída de la ciudad y sin embargo suscita resentimiento que los catalanes, a diferencia de los castellanos de Madrid, de los polacos de Varsovia y de los rusos de Estalingrado no escribiesen una página heroica para consignarla en la historia».
Y en su última crónica en el Times, sobre la Barcelona republicana.
A las dos de la madrugada la ciudad tenía el carácter irreal de una pesadilla. Prácticamente todos los coches se habían marchado. Cientos de miles de habitantes estuvieron en busca de refugio por los bombarderos que mantenían su enloquecedora ronda hora tras hora.
El metro de Plaza Cataluña era una extraordinaria escena de miseria y compasión. Hombres, mujeres y niños tumbados en medio de una fétida atmósfera sin nada que comer y nada que hacer excepto esperar: esperar salvar sus vidas.

Jordi Maragall, padre, en sus diarios, en 1941:
«Pocos días después vino la liberación de Barcelona, que coronó con su extrañeza el cúmulo de cosas extraordinarias que nos venían sucediendo. Estuvimos varios días sin clara conciencia de nuestra situación y por fin el 3 o 4 de febrero de 1939, Basi [la esposa] y yo nos instalamos en esta casita de Ernest [hermano], en la que puede decirse que empezamos una nueva vida, con los dos niños y con gran paz y tranquilidad.»
De entonces, queda en Barcelona esta calle: Calle 26 de enero. Desde 1980 se llama, 26 de enero de 1641, por una batalla de Montjuïc, del 26 de enero de 1641, donde parece que fue derrotado un marqués de Felipe IV.




Datos tomados de El País (26.01.09, sin enlace posible) y de aquí.

miércoles, 21 de enero de 2009

Las diez tragedias olvidadas

Médicos Sin Fronteras (MSF) presenta un informe donde analiza las diez crisis humanitarias menos atendidas del mundo en 2008, donde no sólo se introducen países en conflicto sino también emergencias médicas globales, y concluye que la responsabilidad recae otro año más en la falta de iniciativa de los Gobiernos occidentales. Fotogalería.

1. Somalia
"Ha vivido el peor año que se recuerda". El ejemplo perfecto de estado fallido: es un país dividido étnicamente que se desangra por la violencia local. Los combates en Somalia desatan la alerta humanitaria. Las guerrillas islamistas han tomado recientemente la ciudad de Jowhar, el más importante de los enclaves del Gobierno interino. La Unión Africana da Somalia por perdida.

2. R.D. Congo
"Pese al despliegue de la ONU, que tiene su mayor misión internacional, se han producido al menos 150.000 desplazados en sólo cuatro meses". La República Democrática del Congo vive una guerra abierta en el este del país. Los rebeldes tutsis del general Laurent Nkunda han hecho retroceder a las tropas gubernamentales de Joseph Kabila. La Misión de Naciones Unidas para el Congo (MONUC) se ha declarado incapaces de detener las sacudidas de los guerrilleros insurgentes.

3. Myanmar
El paso del ciclón Nargis dejó a la antigua Birmania en plena desolación. Más de 2,5 millones de damnificados y un país incapaz de iniciar su reconstrucción. "El problema añadido es que el régimen militar birmano no quiere cubrir las necesidades de la población". La Oficina de Coordinación de Asistencia Humanitaria de la ONU (OCHA) denunció el injusto trato de los militares con su población en plena catástrofe.


4. Zimbabue
"El sistema sanitario está colapsado. No hay capacidad local para tratar las enfermedades". Con el peor brote de cólera de su historia y con una de las tasas de malaria más altas de África, este país sufre el yugo asfixiante de un dictador como Robert Mugabe, en el poder desde 1979. Su despotismo tiene a los zimbabuenses intentando sobrevivir en la ruina. El ministro de Asuntos Exteriores de Francia y fundador de Médicos Sin Fronteras, Bernard Kouchner, aseguró que "Zimbabue es el fracaso más absoluto de Europa".

5. Desnutrición
En 2008, al menos 963 millones de personas son víctimas del hambre en el mundo, lo que supone 40 millones más que en 2007, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO). El organismo de la ONU advierte de que "la actual crisis económica y financiera puede conducir todavía a más gente hacia el hambre y la pobreza". Los niños son los peor parados. "La ayuda internacional es insuficiente. Las harinas que se distribuyen no tienen la proteína necesaria para los niños. Hay que llamar a las cosas por su nombre y la desnutrición de menores no es sólo un problema de alimentos es una enfermedad".

6. Etiopía
La actual crisis económica mundial se ceba especialmente con países como Etiopía, donde una familia vive con un dólar por día. Los etíopes sufren la especulación del hambre. Es el ejemplo perfecto donde la crisis alimentaria hace más pobres a los pobres.

7. Pakistán
Las operaciones militares y los excesos de los talibanes golpean a los paquistaníes más que nunca. Mientras el Ejército acosa a los insurgentes en zonas tribales próximas a la peligrosa frontera afgana, cerca de 300.000 paquistaníes han tenido que abandonar sus casas. Son los nuevos nómadas.

8. Sudán
"Darfur mejora en cuestiones de asistencia médica gracias a que se encuentra la operación humanitaria más grande del mundo, pero empeora la violencia". En Sudán, la competencia brutal por los escasos recursos de la zona, especialmente agua dulce, ha derivado en unos complejos conflictos étnicos entre grupos rebeldes y el Gobierno que desangran a una población civil indefensa y han llegado a ser considerados genocidios por la ONU.

9. Irak
Más de cinco años de la invasión de Irak por EE UU y sus aliados, el tejido social está roto del país se ha roto. Alrededor de 90.000 personas han muerto desde entonces. La población está desamparada. Los datos hablan por sí solos: el 70% de la población carece de agua potable, el 80%, de alcantarillado y el 60% está en el paro.

10. Tuberculosis-Sida
La tuberculosis cada año mata a casi 2 millones de personas y 9 millones desarrollan la enfermedad activa. La tuberculosis va en aumento en países con altas tasas de Sida, particularmente en el sur de África, que ha triplicado las tasas en 15 años. Cerca de los 33 millones de personas afectadas de Sida contraen la tuberculosis latente. "La tuberculosis ha dejado de ser una enfermedad occidental pero en los países pobres sigue siendo mortal. Se trata como a principios del siglo XX".

lunes, 12 de enero de 2009

Ideas grandes, hombres pequeños: Rousseau

Hay hombres que como fogonazos esperan en el futuro convertidos en personajes o santones. Generaciones enteras como aves incandescentes se precipitan hacia ellos. Cuando llega el tiempo de volver la vista atrás, en las cenizas se ven los materiales de que estaban hechos los sueños de esos hombres. Uno de los que más ha influido en la humanidad reciente ha sido Jean-Jacques Rousseau.

Rousseau, como un nuevo Prometeo, se creyó con fuerzas para rescatar a la humanidad del desvalimiento en que había caído desde su bondad preternatural. Así que le ofreció un conjunto de ideas que de seguirlas se conseguiría la felicidad universal. Estas eran esas ideas:

Popularizó el culto a la naturaleza, el aire libre, la espontaneidad, en contra de los artificios de la civilización urbana (educación moderna);
Avisó contra las progresivas y graduales mejoras del desarrollo materialista. La razón no es suficiente, es necesario acudir a la intuición, la poesía, el instinto para completarla (Romanticismo, introspección);
La evolución social corrompe la bondad natural del hombre. "El hombre nace libre y en todos los lugares vive encadenado". El hombre se torna competitivo y codicioso, se aísla y destruye el sentido comunitario innato. (Contrato social);
La competitividad y la propiedad capitalista están en el origen de la alienación del hombre, idea que influiría decisivamente en Marx. "Los frutos de la tierra nos pertenecen a todos, la tierra a nadie". (Crítica del capitalismo).


Huérfano de madre desde su nacimiento, tuvo que buscar damas burguesas que deslumbradas por su inteligencia, le hiciesen de madres y valedoras. Así Mme. de Warens que le atendió generosamente, pero a la que no socorrió cuando ella empobreció. Se convirtió en amante permanente de una  lavandera, Thérèse Levasseur -durante 33 años-, de la que dijo, "nunca sentí por ella el menor atisbo de amor... las necesidades sensuales que satisfice con ella fueron puramente sexuales y no tenían nada que ver con ella en tanto individuo". Nunca salió con ella de casa y cuando invitaba a gente a cenar, no le permitía sentarse a la mesa. Fue rompiendo con cada uno de sus amigos y benefactores, como Diderot, Hume, Mme. d'Epinay, los hermanos Grimm, Voltaire, de los que dijo pestes públicamente.

El episodio más escabroso de su vida, en contradicción con sus ideas, tiene que ver con sus hijos. La mejora de la educación fue uno de sus temas más importantes, pero a los cinco hijos que tuvo con Thérèse los  depositó en la puerta del hospicio nada más nacer. Nunca más quiso saber de ellos, condenándolos a una muerte pronta, como les ocurría a casi todos los niños abandonados. Quizá por eso defendió en el "El Contrato Social" la necesidad de crear un estado que se ocupase incluso de las necesidades vitales de sus ciudadanos y de su educación desde la más tierna infancia, sustituyendo a la familia como institución responsable de cubrir esas necesidades mínimas.

Rousseau ha pasado a la historia como el prototipo de virtuoso que esconde bajo aparentes autoinculpaciones (en sus Confesiones) una malvada astucia para hacer verosimiles las infundadas acusaciones a sus enemigos. De él dijo Diderot, "se describe a sí mismo de la forma más odiosa para dotar a sus injustas y crueles imputaciones una apariencia de verdad".